Quisiera ser completamente honest...

 Creí que el miedo desaparecería contigo. 

Cariño, te conocí y luego te conocí... Y luego te conocí otro poco, 

Cariño, no estaba segura de ti, luego no estaba segura de mí, y luego no pude imaginar un futuro en el que no estuvieses. 

Pero, cariño, quisiera.

Eres el reflejo del mundo que soñé tener algún día.

Eres el sonido de los pajaroos al amanecer, y el amanecer en sí, y el movimiento de la tierra que permite que exista el día y la noche, que también sos vos. 

Me sostiene el deseo de permanecer aquí, ahora, contigo. Y el ahora es todos los días, todo el tiempo. 

Ahora es ahora, y ahora va a ser en 2 min y en 2 días, y ahora también será en 2 años. 

Cariño, con esos besos que me hacen recordar el sabor del café a las 6 de la mañana, estar nadando en un río a las 9, y encontrar el amor en un libro de una librería que se piensa olvidada...

 Quisiera ser completamente honest... 

Creí que el miedo desaparecería contigo. Y la realidad es que ahora sé que el miedo permanecerá conmigo el tiempo que te ame con esta intensidad tan palpable y apacible... 
Ante esta, realidad, cariño, espero no te moleste, pero al miedo le invité a pasar. Le comenté que no tenía problema en hacerle café por las mañanas, como a vos. Le invité a sentirse cómodo, pues nos espera el resto de la vida para conocernos y desfragmentarnos. Sin embargo, le dejé algo bien en claro, y espero que estés de acuerdo conmigo. Entiendo que el miedo venga con este amor tan bonito, porque la fragilidad se sabe que existe y está, no es un secreto para nadie la fragilidad de los momentos, sentimientos y el deseo de dos personas que anhelan un futuro juntos. Pero no tiene permitido, bajo ninguna circunstancia, dormir con nosotros. 

Porque acepto el miedo, cariño, con la misma valentía que acepto el amor me invade hasta la médula ósea de cada hueso que compone mi cuerpo, todo para vos.