Esta no es mi primera noche en llanto. Aunque anhelo que sea la última.

Suelo decir que me encanta sentir. Suelo decir que me encanta el amor y los ojitos con brillo en la mirada... 

Y la verdad es que le tengo terror a la tristeza. 

No me gusta pensar porque al instante me desmorono, y no se imaginan lo que me cuesta volver a estar de pie. Todo este tramo de vida que llevo la he sentido por partes, porque todo este tramo de vida que llevo he estado fragmentada. Como que nunca termino de curarme, de coserme, de encontrarme.

Hay sentidos que me faltan, hay miradas que me faltan, hay hilos que me faltan, hay caminos que me faltan... He perdido demasiado. 

Le tengo terror a respirar, porque cada respiro me hace consciente de esta vida, la cual estoy cansada de vivir. 

Le tengo terror al amor,

que nunca es lineal,

que siempre me deja tirada en el piso

luego de arrebatarme el poco oxigeno que me quedaba,

y con dolores en zonas que no puedo sanar

en lugares de mi cuerpo que no existen, 

pero que duelen con tal vehemencia que por un momento creo que moriré de esto que no sé qué es.

Suelo decir que me encanta sentir. Suelo decir que me encanta el amor y los ojitos con brillo en la mirada... 

Y la verdad es que extraño sentir que es posible sentir sin que te abandone la vida en el medio de la guerra, cuando más necesitas de la fe para seguir, correr, y sobrevivir. 

Le tengo terror a la vida, por eso escribo... Por eso siempre escribo.