Demasiadas cosas no dichas.

Sos valiente, te concedo eso. Tenés disciplina para irte.
¿He de felicitarte?
...
Ya no habitas mis ojos, felicidades.
...
Me quedo aún mirando, terca, esperando algún destello,
pero están tan vacios tus ojos que,
si antes me encontraba, ahora me pierdo en ellos.

Quiero decir mil cosas entre tanta cobardia,
como que me arde cada que despierto
y besarte no es lo primero que hago en el día.

Cada "te amo" se ha convertido en un eco,
pues sin donde aterrizar el sonido,
el significado queda desecho.
Ahora me toca escuchar, con un dolor vasto en el pecho
A la realidad decir que de nosotros
solo queda la sombra de un sentimiento.

Es difícil respirar cuando estoy contigo,
o con tu recuerdo,
pues en ambos escenarios
estoy contigo y sin ti al mismo tiempo.

Me da terror anhelar una respuesta
un aire, un gesto, un guiño,
y escuchar demas a la nostalgia,
que me diga:
Aún hay un camino.

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