No hay nadie.
Mil veces he tocado la puerta, y unas 900 me han negado la entrada.
Esa mirada por encima del hombro queriendo que tenga superpoderes, y que además sepa utilizarlos de la nada para que luego ellos se quieran llevar todo el crédito.
Un hombre queriendo ser hombre, logrando cada objetivo que se ha propuesto, un ícono empresarial de crecimiento.
Un hombre queriendo ser hombre, sin disponibilidad de tiempo, con hambre y exigencias, sin pensamientos de que algún día caminará lento.
Un hombre queriendo ser hombre, que piensa que el amor y el respeto son cosas apartes, que pueden no coexistir si así no interfiere con sus deseos.
Un hombre queriendo ser hombre, hasta que la salud, por no decir la vejez, le colocó 4 hijos frente a él y notó que ninguno lo reconocería si no tuviese dinero en el bolsillo...
Un ícono.
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