quizás por miedo, quizás por ego.

 No quería, no quería, no quería

No quería encontrar el color de tus ojos, ni la cantidad de lunares en tu espalda. 

No quería despertar deseando que la mañana se paralizara por haber amanecido abrazada contigo. 

No quería quedar encantada al verte dormir, ni enternecerme al escuchar lo que aún no sé si son ronquidos o ronroneos cuando estás a punto de abandonar la vigilia.

No quería que fueses parte de mi block de notas... 

No quería tener que despedirme, y sin embargo

todo me rebasó,  

incluyendo el temor 

de aquello que

no quisiera 

sentir por vos.