No paro de coleccionar silencios.

 Hay un silencio

que a veces está en mi tráquea,

y a veces, al sentirlo por un segundo en el diafragma,

sé que pasará en cualquier momento a la boca de mi estómago.


Hay un nudo deambulando por mi cuerpo
que quiero desatar
y de vez en cuando,
al halar,
sin querer,
lo tenso un poco más...

Hay una lágrima que puedo sentir acercarse desde mis uñas,
que luego, al empezar su recorrido por mi párpado inferior
me doy cuenta que ya todo mi cuerpo le esperaba con ansias para terminar de desplomarse...

Hay un nudo que, al salir, resultó ser una mezcla innentendible de silencios
que terminaron mojando cada una de mis pestañas...

Mi error, lo siento, no paro de coleccionar silencios.

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