Animar a los objetos es poesía.
Animar a los objetos es poesía.
Como decir que aquel anillo plateado con una forma de árbol en el medio te extraña a rabiar.
O que tu almohada, risueña, notó cuando casi te digo "te amo" al quedarme embelesada viéndote hablarme. Que estoy seguro de que estuvo celosa, y que ahora está feliz, más que nunca. Esa almohada te ama, y ahora te tiene por completo, sin intrusos.
Que mi collar, obstinado, siempre prefirió quedarse en tu cuarto, y así le dejé... Pues le entendía por completo, yo también me quería quedar allí contigo cantidad de veces.
tus ojos tristes
tus labios hastiados
Tus cejas sorprendidas
tus manos sutiles
tu cuerpo paciente
Tus palabras ansiosas, toscas y soberbias.
...
No te desnudaste en vano, cariño.
Que te digo...
En ningún aspecto.
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