Descansa, yo me seguiré ahogando cada noche.
Estoy rodeada de este charco de tristeza que no para de subir.
Tengo frío y me dejaste sola.
Mis poritos están sedientos de vos ahora, y no estás por todo esto.
Te quiero escuchar...
Pero claro, debo fingir que no te necesito, porque una imbécil con dependencia emocional es lo último que necesitas.
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