hay un pasado que no encuentro cómo retener.

 Llevo el pasado presente, en la punta de mi lengua, y a la orilla de mis ojos. 
Así que resulta que a veces lo trago y lo olvido
Así que resulta que a veces resvala y cae en mi almohada o en la manga de mi abrigo

Llevo el pasado en la punta de mis dedos
Así que a veces
de vez en cuando
-como ahora- 
lo escribo

Llevo el pasado en mi piel, bien dentro
Llevo el pasado en mi cuerpo, en mis entrañas 
Por eso a veces cuando hace frío brotan recuerdos, o a veces cuando estornudo caen por allí, como sacudiéndose de mí
Por eso a veces me duele el tórax, por eso a veces, cuando siento mariposas, estas se tropiezan con todo aquel desastre dentro. 


Me ha costado asimilar tanto pasado en tan poco 
por eso, quizás, siga sintiendo un tanto de pasado en el presente
quizás, por eso
a veces
al quedarme observando el cielo, en algún momento, me desoriente en los tiempos
y al bajar la mirada, al apartarla de un cielo tan sereno,
espere estar en otro lugar, con otras personas, otros sentires, y otras cicatrices de qué preocuparme
y ¡claro! para mi sorpresa, todo es nuevo.. o algo por el estilo. 

Llevo el pasado en el presente

en la punta de mi lengua y a la orilla de mis ojos
en la punta de mis dedos
en mi piel, en mi cuerpo, en mis entrañas

Llevo el pasado desbordandose en el presente, y no sé cómo retenerle.

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