En cada rincón hay algo diferente que encontrar.
En estas instancias
me encuentro hecha bolita en alguna esquina de mi habitación
presionando fuerte mis rodillas contra mi pecho
-las abrazo y no las suelto,
no las suelto, no las suelto, no las suelto...-
intento parar de temblar
pero es que ya no sé si es por angustia, frío o por simple ansiedad.
-aunque es cosa de cada noche,
nunca termino de acostumbrarme a esto...-
Cierro los ojos buscando sentir en este pedacito de suelo
algo que se le parezca al sosiego
-¿podría encontrar perdido acá algún abrazo olvidado?-
que de tanta tormenta
el navegante cuando quiere descansar
solo quiere bonanza
ya sea para seguir aventurando
o para volver a casa.
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