Me dueles, cada día.

 Quiero no amarte nunca más.

Desearía poder no pensar en ti cada vez que quiero hablar de amor, cada vez que escucho a alguien hablar de amor. Porque ni eso sos, ni eso te siento, no he sentido... 

Nuestros puntos de vista dentro de la relación son tan iguales como los libros de un mismo autor. Donde lo único que tienen en común es eso, el autor. Todo lo demás es diferente. El nombre, la historia, quizás, incluso, la narrativa.

Y ahora estoy perdiendo la razón con tanto amor que tengo para darte, lo estoy presionando fuerte, bien, bien dentro. Encerrándolo en el pecho, y cuando se pone muy, muy necio lo enredo entre mis entrañas. Y si se estira, exhalo para que se mantenga un rato en los pulmones, e inhalo nicotina para confundirle, sedarle un rato. Y funciona... A veces, otras, simplemente llega a mis conductos lagrimales y escapa. Todo ese amor recorriendo mis mejillas, avergonzado, triste y solitario. Y no puedo hacer nada más que dejarle escapar. Yo, mientras, me ahogo intentando respirar bajito, intentando susurrar tanta tristeza que no me cabe, que no controlo, y como un plus, quedando sedienta tras derramar tanto líquido de mi ser. Luego de esto, termino con un dolor de cabeza tan intenso que me ocasiona una fatiga que no ayuda para otra cosa sino para dormir como un bebé. Para quizás, repetir el proceso al día siguiente... 

Tras todo esto, me repito una y otra vez: Quiero no amarte nunca más. 

Y luego, me consume la nostalgia que significa entender que debo dejarte ir. Que lo haré, que tengo que... Que debo alejarme, seguir mi propio camino. Y pensar en ello ocasiona una tristeza diferente, igual pero diferente. Duele un poquito más, se siente un poquito más la soledad, ya no es esto de una rabieta porque me respondiste de una manera que no me gustó o porque no me diste las gracias tras arroparte mientras yo muero de frío... Este dolor viene de recuerdos hermosos que venero con toda mi alma, y también viene de aceptar que no volverá a ocurrir nada similar. No contigo. No con la persona que, en este momento, amo con todo mi ser. 

Todas las noches rompo todas las reglas que hemos colocado para que podamos funcionar como una no pareja. Pensando, queriendo que siga así al día siguiente, y me recuerdas que no, que por favor. Y me molesto, y termino perdiendo la razón con tanto amor que tengo para darte...

Amor, amor que ya no es amor, que ya no debe ser amor, te voy a extrañar. Y mientras, simplemente me dueles.

Me dueles, cada día. Al ir a dormir, y sobre todo al despertar. Aunque también viceversa.