La realidad es mi miedo constante. Mi vulnerabilidad.
Me quiero tener a mí una y otra y otra vez. Quiero ser mi único soporte, no necesitar de nadie nunca más...
Me encierro entonces en esta burbuja con mis problemas revoloteando como libélulas yendo hacia la zona con más luz. Aunque en este caso, estas libélulas me buscan y buscan reposar en mí, y aunque me mueva... Es mi burbuja, no puedo hacer mucho allí. Termino exhausta de correr en ese espacio tan pequeño, agotada de querer espantar a lo único que encerré conmigo y me aterra darme cuenta que no soy suficiente... Que no me puedo tener a mí una y otra y otra vez. Que cada vez estoy más distorsionada, más vulnerable... Que esta burbuja no me protege, y que estas libélulas van a terminar conmigo un día de estos. Diría "sin darme cuenta", pero la verdad es que, sería por callar. Por querer llevar un silencio eterno conmigo.
Me quiero tener a mí una y otra, y otra vez, porque la realidad es que le tengo miedo al mundo.
Quiero ser mi único soporte, porque la realidad es que le tengo miedo al mundo.
No quiero necesitar de nadie nunca más... Porque la realidad, es que le tengo miedo a todo.
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