Hasta que aceptes lo que te toque.
Nunca, nunca, nunca llores en público, niña. Que no estás preparada para asimilar que al mundo le importas mierda.
¿Qué, estás indispuesta? pues te encontramos una suplente. Y ¿Qué creés? Sonríe mejor que vos, y se le nota llena de vida. Que la falsedad es así, mi niña. Mientras más sonrias, más atención obtenés.
Si tu sonrisa no dice nada, te inventas la historia que contás. Lo importante es no parecer vacía de sentir, aunque lo estés. De lo contrario, no significas nada. Que no significas pero eso no es lo que tiene que saber la gente.
Vos sonreís, y te llenas de toda la vida que no tenés y aceptas todos los cumplidos que no te creés.
Y así es como sigues la vida, hasta que dejes de buscar razones para seguir y aceptes tu realidad.
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