De silencio, sobre todo.
Le darías el mejor abrazo del mundo si pudieras... A quien pudieras. Pero no significaría nada, ¿No es así?
¿Cómo es que te basta no tener quién te quiera abrazar realmente? ¿Cómo es que dejas que dos brazos, vacíos, te rodeen el cuerpo como si te conocieran?
¿Cómo es que aguantas tanta soledad, y tanto desconocimiento, y tanto hastío, y tanto, tanto?
Como si pudieses valer algo que mereciera el esfuerzo por tenerte, hablarte, o tocarte. Como si pudieses.
Ahora tu cuerpo se eriza de frío, y como es la costumbre, deseas que te abracen pero no tenés a nadie que lo merezca. (Aunque la verdad es que no tenés a alguien que quiera)
Y así, vas muriendo de soledad, de desganas, de todo lo que te sobra, que no es mucho. De letras, y desesperación de significados. Y así, simplemente vas muriendo.... De silencio, sobre todo.
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