tan cerca.

Esta angustia de quererte me tiene mal. 
Esta agonía de tenerte... 
cerca
tan cerca. 

Soy la más idiota de las idiotas.
¿Cómo te hago pasar así? ¿Cómo es que dejo que me abraces, y me acaricies?
...
No te imaginas las veces que tuve que bajar la mirada por estar tan cerca de tu boca... 
Las veces que fingí tener frío para disimular que mi piel a tu tacto se eriza... 
Porque no puedo volver a caer. No puedo, no puedo, no puedo. 
 

Y tú, mientras, me cuentas lo dolido que estás por ella. 
Y yo, pensando lo deshecha que quedé yo un día por ti.
Y tú, me explicas cuán rota quedó tu garganta cuando le gritaste que no se fuera sin ti, lo hinchado que quedaron tus ojos por llorarle, rogarle. 
Y yo, pensando que jamás te pasó conmigo. 
Y tú, diciéndome que no sabes cómo olvidarla, y me pides ayuda... Y me pides explicación del por qué.
Y yo... Yo te digo que es porque le amas, y te digo que no puedes olvidarla tan fácil, y menos ahora, porque si antes sus errores no tumbaron tus esperanzas, ahora menos, que no fueron tan graves los tropiezos, y que estuvieron tan cerca de lograrlo todo.

Y yo... Te lo digo porque estuve-estoy- en tus zapatos. 

Y te sigo escuchando... Mientras pienso en nosotros, mientras pienso y me cuestiono por qué me coloco en éstas situaciones donde debo darte aliento, donde yo debo decirte que, si ella dijo que quizás se volverán a encontrar, pues que debes confiar en el destino. Porque el amor es agresivo, y si quiere llegar, llega como sea, quieran o no. Porque ustedes han superado demasiadas cosas como para que te sientas derrotado. Porque es ella, y eres tú, y son ustedes, y siempre han sido ustedes. 
(Mientras sólo yo escucho crujir todo dentro de mí cuando abro mi boca para decir esas barbaridades, mientras sólo yo sé que el cigarro que me fumo es más por mi dolor, que por el tuyo)

Y no, no es justo que me obligue a seguir así, tampoco es sano que te permita el tacto a mi piel; pero... no sé cómo detenerte sin que me vea tan débil, sedienta de amor, del tuyo, del nuestro; que ahora está tan roto y quebrado que ya es nada; que no ves...
No ves cómo ésta angustia de quererte me tiene mal, ésta agonía de tenerte... 
cerca
tan cerca. 

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