Lo siento.
Juro que lo intento...
¡Lo intento, y me grito, y me mando a callar!
Y me siento débil cuando me siento sin ti, y quiero ir corriendo a donde estás. Y seguido de eso, me estorba la debilidad, y entonces quiero mandar todo a la mierda, y me quiero quedar sola; porque al fin y al cabo siento que es como debo estar.
Tengo tanto miedo de que te vayas...
De que en serio sientas que debes irte, que se te presenta la oportunidad de estar fuera de éste aprieto, de ésta prisión que se hace llamar país
y que te quedes
por mí
por tí
por querer estar conmigo
¡me niego!
no quiero.
Maldita sea, todo esto. No me ha quedado ningún tipo de tranquilidad, ningún tipo de paz.
Y yo lo intento, te juro que lo intento... Pero es que no puedo conmigo.
Me grito, y me mando a callar. Y dudo, y tú dudas, y qué más da, ya no te pienso, aunque sí, pero no la mayoría del tiempo. Aunque te extrañe, pero ya no quiera hacerlo.
Es que dudo
¿ya ves?
y lo mejor que puede hacer el que duda, es irse.
"Te me fuiste, no sé cómo pero te me fuiste..."
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