Pedacito de pasado.
Tuve dos ángeles
me cuidaron como nadie en este planeta.
Uno más que el otro. Pero casi siempre éramos los tres.
Pero se unieron ellos, hirieron personas
me hirieron a mí
y bien...
los odié
y luego yo amé a alguien más, que salió herido
era alguien que tenía un poco de pasado en su presente, un poco por el costado
y los ángeles que me hirieron, me odiaron por amar...
y luego me hirió quien resultó herido, junto con los otros ángeles que me habían herido ya
y quedé sola
bien...
Entonces encontré un nuevo ángel...
Tuve un ángel, que me amó muchísimo, y yo a ese ángel
como nunca había amado a nadie
tan de lleno
por completo
aunque apresuradamente...
pues éste ángel estaba a punto de irse...
y se fue
y le amé
pero poco a poco... mi ángel ya no era el mismo
y para cuando volvió
no era mi ángel.
Que para nueva noticia, mi ángel buscó a mi antiguo ángel; uno de los ángeles que me hirió
y entonces se liaron.
No digo que sea complot; simplemente que los ángeles caídos terminan juntos al final.
¿No?
Y el ángel que resultó herido, el que tenía mucho pasado, volvió pidiendo perdón. Herido otra vez por el ángel que nos hirió. Y entonces le sané, y estuve allí.
Y una y otra vez cayó hacia el otro ángel
y yo una y otra vez tuve que sanarle.
Hasta ahora... Está cerca del ángel que nos hirió.
Y yo sólo espero que no salgan heridos ninguno de los dos.
Sólo espero no tener que usar otra vez el botiquín de los primeros auxilios...
(Mis palabras de consuelo)
porque ya no me quedan muchas esperanzas que dar;
ni para que el ángel herido se recupere
ni para desear que el ángel caído vuelva a ser luz, y no dolor.
bien, mientras perdía a mi ángel, a quien más he amado en la vida
Tuve unos ángeles preciosos... que abandoné.
No, no... Que herí.
Mis ángeles eran varios.
Si quieren que les hable de cantidad, pues... No lo sé. ¿Ocho?
Y herí a dos.
Y huí.
Porque al herir a uno, el otro interfirió, y entonces respondí, y entonces todos los demás me miraron con una decepción terrible. Y preferí huir.
Y así es como me quedé sola...
Estos ángeles eran mi felicidad. Y la perdí.
No digo que eran los mejores, pero sí me hacían bien. Al menos emocionalmente. Pues sé que en otros aspectos no tanto.
Hice cosas de las cuales no estoy totalmente orgullosa, pero bien, son cosas de jóvenes, ¿no?
mis acciones
y ellos
pues
eran mis ángeles
para mí ellos nunca se equivocaban...
hasta que, claro, les vi mirándome así... Así como yo jamás les miraría.
Y entonces, heme aquí, en éste blog, y con una terrible nostalgia.
Con un pasado enorme, que antes de esos ángeles, hubieron muchísimos más. Pero de los que ya ni me apetece hablar.
Tal vez luego, quizás.
Por ahora, estoy tratando de lidiar con esto, antes de llegar a mi funeral.
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